La paradoja de tener a Cuba como enemigo. Obama prorrogó Ley contra Cuba

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por Raúl Menchaca López/ Radio Reloj

La Habana, Cuba. – Hace apenas unos días, Barack Obama, prorrogó por otro año la aplicación a Cuba de la Ley de Comercio con el Enemigo, una vieja normativa de 1917, que otorga al presidente la facultad de imponer sanciones económicas en tiempo de guerra o en cualquier otra emergencia nacional, y en un análisis superficial de los hechos, puede verse esa acción como una incongruencia, si se tiene en cuenta que el mismo Obama ha pedido el levantamiento del bloqueo para poder modificar una política que calificó como fallida.

Cualquiera pudiera pensar que volver a prorrogar la aplicación de la Ley de Comercio con el Enemigo es una inconsecuencia política, pero el asunto tiene un trasfondo legal que no puede dejar de verse en el contexto del complicado entramado de normativas que conforman el apretado y criminal bloqueo contra Cuba.

Una contradicción

Firmar la prórroga de la aplicación a Cuba de la Ley de Comercio con el enemigo es la única posibilidad que tenía Obama de mantener sus facultades ejecutivas para flexibilizar las medidas contra nuestro país.

Esa es la justificación que algunos expertos han dado a la reciente decisión del mandatario, quien contradictoriamente de esa forma puede tomar algunas medidas hacia Cuba sin pasar por el Congreso, ente que en última instancia es el único autorizado a levantar formalmente el bloqueo.

Y es que en el afán de apretarnos el cuello inventaron tantas regulaciones que hasta el presidente tiene un margen de maniobra limitada y ahora, menos de dos meses después de reanudar los lazos bilaterales, tiene que recurrir a la paradoja de firmar la prórroga de la aplicación a Cuba de la Ley de Comercio con el enemigo.