Cubanos se han visto imposibilitados de asistir a eventos culturales, deportivos, científicos y académicos en EE.UU.

Cuba Estados Unidos

Agradezco otra vez al Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI), a su Equipo de EE.UU. y a la Dra. Soraya Castro Mariño, por la organización de este magnífico evento anual sobre las relaciones Cuba-EE.UU., el más importante que se realiza en nuestro país acerca de este tema, y por la invitación que me extendieron para clausurarlo, lo cual me honra hacer ante tan selecta audiencia de los más destacados expertos estadounidenses y cubanos en la materia.

Durante las cuatro semanas que siguieron a la realización de este mismo Taller, en diciembre de 2016, nos vimos envueltos en un intenso trabajo con el anterior Gobierno de EE.UU., que nos permitió suscribir, tan solo en ese breve período, 10 nuevos acuerdos en áreas de interés común, algunos de particular relevancia para las relaciones bilaterales, como la Declaración Conjunta sobre temas migratorios y el Memorando de Entendimiento para la cooperación en materia de aplicación y cumplimiento de la ley.

Como cuando nos reunimos aquí el año pasado no había concluido el gobierno del presidente Obama, me permito ahora hacer un resumen sintético de los resultados alcanzados en las relaciones bilaterales en los dos últimos años de su mandato:

•    Se solucionaron importantes asuntos para Cuba: la liberación y el regreso de tres de los Cinco cubanos encarcelados; la exclusión de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo; la eliminación de la política de pies secos-pies mojados y del Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos, y la renovación del registro de la marca de ron Havana Club en EE.UU., entre otros.

•    Hubo avances importantes en la esfera diplomática: el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la reapertura de las embajadas; 3 encuentros entre los presidentes de los dos países; 25 visitas de alto nivel en ambas direcciones; y la creación de la Comisión Bilateral Cuba-EE.UU.

•    Se registraron progresos significativos en la esfera de la cooperación: 22 instrumentos bilaterales suscritos, 54 encuentros técnicos y acciones de cooperación en temas de interés mutuo; y 25 reuniones en el marco de diversos diálogos sobre asuntos bilaterales y multilaterales.

•    Crecieron exponencialmente los viajes de los estadounidenses a Cuba (76% en 2015 y 74% en 2016), así como los intercambios entre ambos países (más de 1200 acciones en 2016) y se concretaron los primeros acuerdos económico-comerciales en más de 50 años.

Quedaron cuestiones muy importantes para Cuba pendientes de solución, algunas de las cuales estaban en manos del Ejecutivo, como el desmantelamiento de una buena parte del bloqueo mediante un uso más amplio de las prerrogativas del Presidente y la suspensión de los programas de cambio de régimen; mientras que otras dependen de decisiones del Congreso, como el levantamiento total del bloqueo, la eliminación de las transmisiones radiales y televisivas, el fin del financiamiento a los proyectos subversivos y la devolución del territorio ocupado por la Base Naval de EE.UU. en Guantánamo.

En esos dos años quedó demostrado que Cuba y EE.UU. pueden intentar construir una relación de nuevo tipo, basada en el respeto y la igualdad, que a la vez que reconozca las diferencias existentes, no haga de ellas el centro de nuestros vínculos, sino que estos descansen esencialmente en los beneficios que puedan reportar a los dos países y pueblos.

Durante el presente año, se ha consumado un retroceso significativo en las relaciones entre Cuba y EE.UU., con respecto al nivel en que estas se encontraban en el mes de enero de 2017, y se ha deteriorado el clima bilateral en su conjunto, como resultado de las decisiones adoptadas por el gobierno del presidente Donald Trump.

Los primeros indicios de este retroceso se pusieron de manifiesto en la recta final de la campaña a las elecciones presidenciales de 2016, cuando el entonces candidato republicano, que anteriormente había apoyado el acercamiento a Cuba, amenazó con revertir totalmente la política de Obama.

Este proceso se puso en marcha poco después de asumir la presidencia, cuando el mandatario estadounidense ordenó, el 3 de febrero de 2017, una revisión de la política de EE.UU. hacia Cuba y, entretanto, la paralización de la inmensa mayoría de los intercambios oficiales y de los mecanismos de cooperación bilateral establecidos. Como resultado, varios encuentros técnicos inicialmente previstos en el área de aplicación de la ley (enfrentamiento al narcotráfico y al terrorismo, y asistencia judicial en materia penal) fueron cancelados y solo se mantuvieron los intercambios referidos a la migración, la seguridad de la aviación, y búsqueda y salvamento. Un poco antes, durante el período de transición del gobierno, la parte estadounidense había declinado la propuesta de Cuba de sostener en La Habana las reuniones planificadas de dos de los grupos de trabajo del Diálogo Económico (propiedad intelectual, y comercio, inversiones y cooperación económica).
El retroceso tuvo su primera expresión formal en el “Memorando Presidencial de Seguridad Nacional sobre el Fortalecimiento de la Política de los Estados Unidos hacia Cuba”, firmado y dado a conocer por el presidente Trump el 16 de junio de 2017, en Miami. Mediante este documento, que derogó la directiva de Obama del 14 de octubre de 2016, titulada “Normalización de las Relaciones entre los Estados Unidos y Cuba”, quedó claramente evidenciado que la política del gobierno de EE.UU. en lo adelante no sería normalizar los vínculos bilaterales, sino retornar a la vieja política fracasada de recrudecimiento del bloqueo y la subversión contra Cuba.

El estado de las relaciones bilaterales se agravó sensiblemente, a partir de las decisiones adoptadas en septiembre y octubre por el Gobierno de EE.UU., de reducir de forma sustancial el personal de su Embajada en La Habana y de expulsar, de manera unilateral, infundada y arbitraria, a 17 funcionarios de la Embajada de Cuba en Washington, con el pretexto de los alegados incidentes que habrían afectado la salud de algunos de sus diplomáticos y familiares, y de que el gobierno cubano no había adoptado todas las medidas adecuadas para garantizar su protección y seguridad.

Pero esto no fue suficiente y el Gobierno de EE.UU. escaló en su reacción: emitió una advertencia a los viajeros para disuadirlos de visitar Cuba y publicó un aviso sobre restricción de alojamiento en algunos hoteles de La Habana. Previamente, había suspendido todos los viajes de delegaciones oficiales y de funcionarios gubernamentales a Cuba.

Estas medidas son injustificadas y políticamente motivadas, pues no se basan en evidencias ni en resultados investigativos concluyentes.

Reitero hoy que el gobierno cubano no tiene responsabilidad alguna en los incidentes reportados. Cuba, que ha sido víctima en el pasado de atentados contra miembros de su personal diplomático, que fueron asesinados, desaparecidos, secuestrados o agredidos en el ejercicio de sus funciones, cumple con todo rigor sus obligaciones, muestra un historial impecable en la protección de los agentes diplomáticos y jamás permitiría la realización de acciones contra su integridad física y moral.

La investigación que llevan a cabo las autoridades cubanas, que hasta ahora han recibido una cooperación muy limitada y poco efectiva de EE.UU., ha arrojado que no existe evidencia alguna sobre la ocurrencia de los alegados incidentes, ni de las causas de las afecciones de salud notificadas, ni de que estas hayan sido causadas por un ataque de cualquier naturaleza. Vale señalar que las agencias especializadas estadounidenses tampoco tienen pruebas que permitan confirmar la ocurrencia de “ataques”, ni hipótesis sobre el origen de los problemas de salud de sus diplomáticos.

Las decisiones del Gobierno de EE.UU. han repercutido negativamente en el funcionamiento de la Embajada de Cuba en Washington, en particular del Consulado, y han causado serias afectaciones en nuestros servicios a los cubanos residentes en EE.UU. que desean visitar a sus familiares en Cuba y a los ciudadanos estadounidenses interesados en viajar a nuestro país. También, al desmantelar la Oficina Económico-Comercial, han dejado sin interlocutor al empresariado de EE.UU. que mantiene interés en explorar e identificar oportunidades de negocios.

A su vez, la reducción drástica del personal diplomático estadounidense y la suspensión del otorgamiento de visas en el Consulado, hecho sin precedentes desde la apertura de una oficina en La Habana en 1977, ha paralizado los trámites de los ciudadanos cubanos para emigrar o visitar EE.UU., los cuales han sido transferidos a terceros países, haciéndolos totalmente inviables.

Estas medidas han tenido también un impacto negativo en la cooperación bilateral en temas de interés mutuo, los intercambios y los viajes entre los dos países, los vínculos familiares y las relaciones migratorias.

Los primeros efectos adversos ya se hacen sentir: no se autorizaron por el Departamento de Estado los viajes de funcionarios del Servicio Geológico de EE.UU. y del Centro de Control de las Enfermedades para participar en eventos científicos y de expertos en Cuba; se postergó un encuentro técnico sobre agricultura acordado inicialmente para septiembre; se ha paralizado la cooperación en materia de salud; no se han concretado las acciones de cooperación sobre medioambiente, con excepción de algunas expediciones científicas; y se pospusieron y reprogramaron para Washington las reuniones originalmente previstas en La Habana, de la Comisión Bilateral, la ronda migratoria y varios grupos de trabajo del Diálogo de Aplicación y Cumplimiento de la Ley.

Muchos cubanos se han visto imposibilitados de asistir a eventos culturales, deportivos, científicos y académicos en EE.UU., al no poder recibir sus visas en La Habana, y se han cancelado las visitas de decenas de grupos estadounidenses, incluyendo de estudiantes universitarios.

En cifras globales, por los efectos acumulativos de los primeros meses del año, los viajes de EE.UU. a Cuba aún muestran un incremento significativo entre enero y noviembre de 2017, en comparación con igual período de 2016 (579 288 viajes de estadounidenses para el 248,7% de crecimiento; y 386 388 viajes de cubanos residentes en EE.UU. para el 140% de crecimiento; en total, en los once primeros meses de 2017, hemos recibido a 965 676 visitantes de EE.UU., para un 189,7% de crecimiento). Sin embargo, en las últimas semanas se aprecia una disminución notable del ritmo de crecimiento, por el impacto combinado de la insólita advertencia del Departamento de Estado y las medidas del gobierno contra los viajes.

En este contexto, entraron en vigor el 9 de noviembre, las regulaciones para implementar las medidas anunciadas por el presidente Trump en junio, que endurecen el bloqueo, generan confusión en cuanto a lo que es permitido o no y tienen, por ende, un efecto intimidatorio y disuasivo. Estas no han hecho más que confirmar el serio retroceso que ha tenido lugar en los vínculos entre ambos países.

La emisión de una lista arbitraria de “entidades cubanas restringidas”, supuestamente vinculadas, de manera infundada, al sector de defensa y seguridad nacional, con las que en lo adelante quedan prohibidas las transacciones de EE.UU., y de prohibir los viajes individuales de los estadounidenses en la categoría de intercambios “pueblo a pueblo”, no solo dañan a la economía cubana y a sus sectores estatal y privado, sino también a los ciudadanos estadounidenses, cuyo derecho a viajar a Cuba se restringe aún más, y a sus empresarios, que se ven privados de interesantes oportunidades de negocios frente a su competencia.

Todos estos pasos han sido acompañados de reiterados pronunciamientos irrespetuosos y ofensivos hacia Cuba del presidente Trump y otros altos funcionarios de su gobierno, que retoman la retórica hostil de los períodos de mayor confrontación, añadiendo un componente negativo adicional que enrarece el clima bilateral.

Si el retroceso en las relaciones no ha sido mayor, como se ha dicho era el deseo de elementos de extrema derecha de origen cubano y algunos aliados dentro del gobierno, se ha debido a la fuerte oposición de miembros del Congreso de ambos partidos y de numerosos sectores, incluyendo empresarios, académicos, militares retirados, entidades científicas y educacionales, agencias de viajes, organizaciones diversas, cubanos residentes e, incluso, agencias gubernamentales, que durante dos años constataron y recibieron los beneficios de una relación diferente con Cuba.

Según se ha publicado, esto fue lo que hizo posible que la directiva de política anunciada por el presidente Trump, preservara en su texto la cooperación con Cuba en temas de interés mutuo y mantuviera sin cambios otras de las regulaciones promulgadas en época del presidente Obama para modificar la aplicación de algunos aspectos del bloqueo.

En esta compleja coyuntura, el gobierno cubano ha reiterado varias veces su voluntad de continuar el diálogo respetuoso y la cooperación en temas de interés mutuo, así como la negociación de los asuntos bilaterales pendientes con el Gobierno de EE.UU., sin imposiciones ni condicionamientos.

Pero, ello no ha quedado en el plano declarativo, sino que en correspondencia con esta posición, Cuba ha dado pasos concretos para mantener una relación civilizada y mutuamente beneficiosa con EE.UU.

Entre otras acciones, en los últimos meses, hemos presentado al Departamento de Estado 7 planes para la implementación de los memorandos de entendimiento suscritos sobre cooperación en materia de hidrografía y geodesia, áreas terrestres protegidas, sismología, meteorología, control del cáncer, sanidad animal y vegetal, y hermanamientos de parques nacionales.

Hemos reiterado las propuestas de bases para la cooperación bilateral en el enfrentamiento a la trata de personas, el terrorismo, el tráfico de personas y el fraude migratorio, y el lavado de activos, así como ayudas a la navegación y mapificación topográfica.

Estamos a la espera de las respuestas de las autoridades estadounidenses.

Al mismo tiempo, en medio de los retos que nos impone el marco restrictivo de las regulaciones y las leyes del bloqueo, que es el obstáculo principal para las relaciones económicas, comerciales y financieras entre los dos países, el interés y la persistencia de empresas cubanas y estadounidenses han hecho posible concretar algunos nuevos negocios en sectores de prioridad, como el transporte, equipos para infraestructura y agricultura, y el turismo. A su vez, se avanza en las negociaciones de nuevos acuerdos en otros importantes sectores como la salud, la energía y la biotecnología.
Pero, no basta con la voluntad de una de las partes.

En diciembre del año pasado, al clausurar este mismo Taller, me referí a la entonces posibilidad de que se revirtiera parte o todo el proceso iniciado hacia la mejoría de las relaciones y afirmé: “El futuro Gobierno de EE.UU. tiene la palabra. Veremos si triunfa el sentido común o si prevalecen los viejos hábitos que por tantos años no nos llevaron a ninguna parte”.

En lo que nos compete, seguiremos trabajando con todas las personas de buena voluntad en EE.UU., conscientes de que existe un consenso generalizado en las sociedades cubana y estadounidense a favor de mejores relaciones entre nuestros dos países y pueblos.

Muchas gracias.

(Tomado de http://www.minrex.gob.cu/)

Cuba: A punto de abrir sus puertas mañana domingo, la XXXI Feria Internacional de La Habana, FIHAV 2013

XXXI Feria Internacional de La Habana, FIHAV 2013

XXXI Feria Internacional de La Habana, FIHAV 2013

Por: Venus Carrillo Ortega/ AIN

A punto de abrir sus puertas mañana domingo, la XXXI Feria Internacional de La Habana, FIHAV 2013, ratifica su relevancia para Cuba y en el ámbito regional con la participación de mil 400 expositores de 64 países.

Los más de tres mil visitantes acreditados hacen de esta edición la de mayor concurrencia en 11 años, reflejo también del creciente interés del empresariado extranjero de concertar negocios en el mercado cubano.

Miriam Martínez, directora de Feria y Exposiciones de la Cámara de Comercio de la República de Cuba (CCRC), dijo a la AIN que el Pabellón Nacional ocupará un área de cinco mil metros cuadrados, donde 114 empresas expondrán sus bienes y servicios, en representación de otras 350 entidades de la Isla.

Un amplio programa de negocios y presentaciones de productos se desarrollará hasta el día nueve en Expocuba, sede habitual del evento, situada a unos 25 kilómetros del centro de la ciudad, señaló la funcionaria.

Anunció entre las actividades de mayor importancia la presentación de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, a cargo del miembro del Comité Central del Partido Rodrigo Malmierca, ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, lo cual despierta grandes expectativas entre nacionales y extranjeros.

Esta conferencia especial se impartirá el día cinco a las 10 de la mañana, en el teatro de Expocuba, además de que en una oficina ubicada a la entrada del recinto se brindará información sobre el tema, precisó.

Asimismo, tendrá lugar por primera vez una presentación de las organizaciones superiores de desarrollo empresarial correspondientes al sector industrial, y se convocará a participar, en junio de 2014, a la convención y feria internacional del ramo.

Las entidades de la salud ocuparán el centro del área expositiva del país anfitrión, en correspondencia con el peso de sus productos y servicios asociados en el intercambio con varias naciones del orbe.

Por más de tres décadas, la magna cita ha contribuido a la diversificación del comercio exterior cubano, a través de negocios ventajosos con empresas extranjeras, en un clima de respeto y seguridad.

Cuba, una ventana que se abre hacia afuera

Leonardo Padura

Leonardo Padura

Leonardo Padura*

El año 2014 debe iniciarse para la economía cubana con la apertura de las primeras instalaciones de la llamada Zona Especial de Desarrollo Económico ubicada en el modernizado Puerto del Mariel, una bahía ubicada unos 70 kilómetros al oeste de La Habana.

Un puerto para contenedores, grandes almacenes, una zona franca, industrias creadas con capitales foráneos y condiciones avanzadas de infraestructura, entre otros, serán los beneficios de este polo comercial e industrial, el más importante del país y desde ya considerado la principal ventana cubana al mundo de las importaciones y exportaciones.

Desde el instante en que el puerto del Mariel sea operativo comenzará a hacerse definitivo el desmontaje y renovación de la histórica rada habanera, que espera convertirse en una marina para yates y cruceros, sobre todo cuando las restricciones del bloqueo/embargo estadounidense, sostenido por más de medio siglo, permitan a viajeros y naves del país vecino atracar en las costas cubanas.

Cuba-puerto-Mariel

La modernización y montaje de las instalaciones del Mariel han estado financiadas, en lo esencial (640 de los 900 millones de dólares invertidos), por un préstamo obtenido gracias a un convenio intergubernamental firmado entre Brasilia y La Habana.

El hecho de que Brasil y sus empresas hayan decidido acometer la obra y la inversión, de alguna forma adelanta su interés por tener un espacio comercial y productivo en ese punto privilegiado de la geografía caribeña, en la entrada del Golfo de México, frente a las costas estadounidenses y en vísperas de hacerse efectiva la ampliación del calado del también cercano Canal de Panamá (2015), que desde entonces podrá recibir buques de mayor tonelaje.

La gran interrogación respecto del destino del Mariel radica en saber quiénes y bajo qué condiciones pondrán sus inversiones en esa Zona de Desarrollo, en la que se espera haya instalaciones no solo portuarias o de almacenaje, sino también industriales.

Mucho se ha hablado respecto de la necesidad de que el gobierno cubano declare al fin si modifica sus relaciones legales con el capital foráneo. Ya en julio de 2012 se hizo el anuncio oficial de que para fines de aquel año entraría en vigor una nueva Ley de Inversiones, que vendría a sustituir el instrumento legal aprobado en 1995 (Ley 77).

Pero la expectativa creada aún no ha tenido respuesta definitiva, mientras en la realidad lo que ha ido ocurriendo es que a mediados de 2013 operaban en la isla 190 negocios de capital mixto entre el gobierno cubano y entidades privadas extranjeras, lo que equivale a la mitad de los que hubo en 2000.

Según un reportaje recientemente leído, del cual tomo las cifras anteriores, un viceministro cubano de Comercio Exterior ha afirmado que “está en proceso la evaluación de una política general y sectorial que acompañe al fomento de esta inversión extranjera y, aunque no está prevista la modificación de la ley, sí podrán actualizarse determinadas normativas”.

O sea, que por ahora no habrá nueva ley y que la Zona Especial de Desarrollo Económico del Mariel moverá su destino y posibilidades bajo una regulación que en los últimos años ha espantado a más inversores de los que ha atraído ¬según la más simple de las operaciones aritméticas.

No obstante, por sus características especiales, el Mariel podría regirse por unos mecanismos legales diferentes, que quizás figuren entre las normativas que se actualizarían.

Las transformaciones económicas emprendidas por el gobierno de Raúl Castro, programadas en los llamados Lineamientos de la Política Económica y Social aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista (2011), han ido modificando ciertas estructuras y fundamentos de la economía cubana.

Se han revitalizado el trabajo por cuenta propia, la creación de cooperativas agropecuarias y de servicios, la apertura de pequeños negocios privados, con lo cual han mejorado algunos servicios, la gastronomía, algo del transporte de pasajeros, un poco la producción de alimentos…

Pero por su menguado nivel de incidencia en la macroeconomía no han conseguido, ni conseguirán, convertirse en un motor para acelerar el desarrollo de un país urgido de eficiencia, productividad, modernización de toda su infraestructura, liquidez y acceso a finanzas, es decir, los elementos capaces de generar riqueza palpable y, con ella, una mejoría en los niveles de vida de una población que vive desde hace casi un cuarto de siglo con salarios deprimidos que no le permiten satisfacer todas sus necesidades básicas, incluida la alimentación.

En varias ocasiones altos cargos del gobierno y el Estado cubano han advertido que las más importantes modificaciones económicas están por llegar. Pero la promesa tiene un contenido desconocido y una fecha de ejecución incierta.

Si la anunciada nueva ley de inversión extranjera finalmente no se aprueba de un modo que sea capaz de atraer al capital foráneo, resulta difícil imaginar quiénes estarán interesados en invertir en Cuba, incluso en la Zona de Mariel.

Además de las empresas brasileñas, chinas y rusas que previsiblemente están cerca de esta inversión, solo el factor geográfico y la esperanza de cambios futuros no parecen ser ya suficientes atractivos para unos empresarios que, al llegar a Cuba, tendrían problema incluso para comprar un vehículo ligero para el traslado de ejecutivos y empleados.

Y como asignatura pendiente quedaría saber qué espacio tendrán en toda esa estructura que se abre las personas naturales cubanas ¬es decir, los cubanos de Cuba-, para quienes otra vez, según lo leído, la Zona Especial de Desarrollo del Mariel podría ser fuente de empleo… pero no de inversión.

*Leonardo Padura, escritor y periodista cubano, galardonado con el Premio Nacional de Literatura 2012. Sus novelas han sido traducidas a más de 15 idiomas y su más reciente obra, “El hombre que amaba a los perros”, tiene como personajes centrales a León Trotski y a su asesino, Ramón Mercader.

 

http://periodistas-es.com/

Sesiona Pleno del Comité Nacional de la UPEC

12ypc-upec-plenoEl Pleno Extraordinario del Comité Nacional de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) eligió hoy, en esta capital, a nuevos miembros y analizó los resultados de los talleres creativos en los medios.

Dada la importancia de mejorar la composición de género en el Comité y la alta representatividad de afiliados en Santiago de Cuba y La Habana, la Comisión de Candidatura del IX Congreso de la UPEC fue convocada por la Presidencia de la organización para desarrollar la cooptación de nuevos miembros al Comité Nacional.

Fueron elegidas Fabiola López, de la delegación de La Habana, y Yamilé Haber, de Santiago de Cuba.

Como un catalejo para mirar lo que nos frena afuera, pero también un microscopio potente para vernos por dentro, fueron calificados los talleres creativos en los medios de difusión masiva, de ahí la importancia de mantenerlos permanentemente.

Algunas opiniones giraron acerca de la necesidad de buscar soluciones concretas a las principales limitaciones, así como velar por el tratamiento de los jóvenes desde la organización.

Antonio Moltó, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba, propuso crear un grupo asesor de la presidencia de la organización integrado por los Premios Nacionales de Periodismo José Martí, y resaltó la necesidad de fomentar una estrategia para que los jóvenes se sientan más representados.

Los integrantes del Comité Nacional de la UPEC continúan sus análisis acerca de temas de interés para el gremio, luego de la celebración de su IX Congreso en septiembre último, donde abogaron por fortalecer el quehacer periodístico y liberarlo de obstáculos, a tono con las transformaciones del modelo económico y social en Cuba.

The Washington Post “Los Cinco Cubanos estaban combatiendo el terrorismo. ¿Por qué los encarcelamos?”

La imagen que publica The Washington Post. Foto: Orlando Sierra/AFP/Getty Images

La imagen que publica The Washington Post. Foto: Orlando Sierra/AFP/Getty Images

El diario norteamericano The Washington Post publicó este viernes en su página de opinión un artículo deStephen Kimber, titulado “Los Cinco Cubanos estaban combatiendo el terrorismo. ¿Por qué los encarcelamos?”, donde el investigador canadiense reconoce que “estos agentes serían héroes norteamericanos hoy”.

Kimber es el autor  Lo que hay del otro lado del mar- La verdadera historia de los Cinco Cubanos, resultado de un extenso trabajo de investigación que incluyó la revisión por parte del autor de más de 20 mil páginas de registros judiciales del caso más largo en la historia de Estados Unidos.

“Los Cinco Cubanos estaban combatiendo el terrorismo. ¿Por qué los encarcelamos?”

Por Stephen Kimber*

4 de octubre de 2013
The Washington Post/ Opinión

Considere por un momento lo que sucedería si agentes de la inteligencia norteamericana en el terreno, en un país extranjero, descubrieran un grave complot terrorista, con tiempo suficiente para prevenirlo. Luego considere cómo los norteamericanos reaccionarían si las autoridades de ese país, en vez de cooperar con nosotros, arrestaran y encarcelaran a los agentes estadounidenses por operar en su tierra.

Esos agentes serian héroes norteamericanos hoy. El gobierno de EE.UU movería cielo y tierra para traerlos de regreso.

Este tipo de escenario ha tenido lugar en la vida real y del hecho se cumplieron 15 años el mes pasado, solo que los norteamericanos juegan en el rol del gobierno extranjero y Cuba –sí, la Cuba de Fidel Castro- juega el papel de los agraviados EE.UU.

A principios de los años 90, cuando la desaparición de la Unión Soviética suponía que el  colapso del gobierno comunista de Cuba sería inevitable, grupos militantes del exilio cubano en Miami incrementaron sus esfuerzos para derribar a Castro por cualquier vía posible, incluyendo ataques terroristas. En 1994, por ejemplo, Rodolfo Frómeta, líder de un grupo del exilio, fue capturado en una redada del Buró Federal de Investigaciones (FBI) intentando comprar un misil Stinger, un lanzagranadas y cohetes antitanque que dijo planeaba usar para atacar a Cuba. En 1995, la policía cubana arrestó a dos cubanoamericanos luego de que intentaran poner una bomba en un hotel en Varadero.

Esas acciones claramente violaban las leyes de neutralidad de EE.UU, pero el sistema de Justicia norteamericano mayormente miró hacia el otro lado. Aunque Frómeta fue acusado, juzgado y sentenciado a casi cuatro años en la cárcel, las agencias de seguridad raramente investigaron acusaciones que involucraban a militantes exiliados, y si lo hicieron, los fiscales pocas veces aplicaron sanciones. Muy a menudo, políticos de la Florida sirvieron como defensores a elementos de línea dura del exilio.

Pero los cubanos tenían sus propios agentes en la Florida. Una red de inteligencia conocida como La Red Avispa fue despachada a principios de los ´90 para infiltrarse en los grupos del exilio. Tuvieron algunos éxitos. Los agentes frustraron en 1994  un plan para poner bombas en el icónico club nocturno Tropicana, un conocido sitio turístico en La Habana. También interrumpieron un plan para enviar una lancha con explosivos desde Miami River a la República Dominicana para iban a emplearse en un intento de asesinato contra Castro.

En la primavera de 1998, agentes cubanos develaron un complot para explotar un avión con turistas de Europa o América Latina (el complot tuvo resonancia: antes de 2001, el acto de terrorismo aéreo más letal en Latinoamérica había sido la explosión en pleno vuelo del vuelo 455 de Cubana de Aviación en 1976, que ocasionó la muerte de los 73 pasajeros a bordo y los miembros de la tripulación).

Castro envió a su amigo, el ganador del Premio Nobel y novelista Gabriel García Márquez, con un mensaje secreto sobre un complot contra el presidente Bill Clinton. La Casa Blanca tomó la amenaza lo suficientemente en serio como para que la Administración de la Aviación Federal advirtiera a las aerolíneas.

En junio de ese año, agentes del FBI volaron a La Habana para reunirse con sus contrapartes cubanas. Durante tres días en un lugar seguro, los cubanos proveyeron al FBI de evidencia que sus agentes habían reunido de varios complots, incluyendo el ataque planeado al avión y una campaña para poner bombas en hoteles de La Habana que tenía lugar en ese momento y que había causado la muerte de un empresario ítalo-canadiense.

Pero el FBI nunca arrestó a nadie en conexión con el complot del avión o los ataques a hoteles –incluso luego de que el militante exiliado Luis Posada Carriles se jactara al diario The New York Times, en julio de 1998, del papel que jugó en relación con las bombas puestas en La Habana. Al contrario, el 12 de septiembre de 1998, un equipo SWAT del FBI fuertemente armado arrestó a los miembros de la red de inteligencia cubana en Miami.

Los cinco agentes fueron juzgados en aquella ciudad hostil a todo lo cubano, condenados con cargos de “conspiración para cometer” todo desde espionaje hasta asesinato y sentenciados a condenas imposiblemente largas, incluyendo dos cadenas perpetuas más quince años.

Quince años más tarde, cuatro cubanos todavía languidecen en prisiones norteamericanas.

Ahora ustedes comienzan a entender por qué los Cinco Cubanos – como son conocidos- son héroes nacionales en su país, por qué retratos de ellos más jóvenes permanecen en carteles a lo largo del país, por qué cada estudiante cubano los conoce por sus nombres: Gerardo, René, Ramón, Fernando y Antonio.

La vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland, ha declarado que los Cinco Cubanos “fueron condenados en cortes estadounidenses por cometer crímenes contra los Estados Unidos, incluyendo espionaje y traición”.

Es cierto que tres de los cinco hombres – Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Fernando González- sí tuvieron, en parte, misiones militares que iban más allá de la simple infiltración y el reporte de las actividades de los grupos exiliados de Miami. Pero su propósito no era robar los secretos militares de EE.UU o comprometer la seguridad de ese país.

Durante los años ´90, las autoridades cubanas creyeron que su país podría ser el próximo del Caribe en sufrir una invasión militar norteamericana. No era una exageración cuando se considera a Granada (1983), Panamá (1989) y Haití (1994). Luego, también estaba la creciente influencia de activos grupos de presión anti-Castro como la Fundación Nacional Cubano Americana, que estaba presionando a Washington para derribar a Castro y a su hermano.

Basados en sus evaluaciones de esas invasiones previas, la inteligencia cubana había desarrollado una lista de comprobación de señales de que una invasión podría ser inminente: una afluencia repentina de aviación de combate y reconocimiento a una base militar en el sur, por ejemplo, o visitas inesperadas o sin explicación de altos mandos militares a las instalaciones de la sede del Comando Meridional de EE.UU en Miami.

Agentes como Antonio Guerrero –quien trabajó como conserje en la Estación Aeronaval de Boca Chica en Cayo Hueso desde 1993 hasta su arresto en 1998 y está cumpliendo 22 años en prisión- fueron los equivalentes de los satélites espía estadounidenses, contando los aviones en las pistas y reportando a La Habana.

Por supuesto, las autoridades cubanas estaban ansiosas por conocer todo lo que sus agentes pudieran averiguar y La Habana ocasionalmente presionó a Guerrero al máximo; él respondió enviando recortes de periódicos de la base. No es de extrañar. Guerrero hablaba poco inglés y  no tenía acceso de seguridad; los secretos militares estaban bien por encima de su nivel. Y los secretos militares de EE.UU nunca fueron prioridad real de Cuba –solo quería saber si los yanquis iban a invadirla.

Siete meses después de que el FBI acusara a los Cinco con cargos relativamente insignificantes –no declararse agentes extranjeros, uso de identidades falsas y más seriamente pero menos específico, conspiración para cometer espionaje- los fiscales impusieron un cargo que movilizaría a la comunidad cubana en el exilio.

Acusaron a Gerardo Hernández, el líder de la red, de conspiración para cometer asesinato en conexión con el derribo tres años antes de dos avionetas de Hermanos al Rescate.

Hermanos al Rescate, un grupo anticastrista que había rescatado balseros en el Estrecho de la Florida pero que había perdido su razón de ser tras un acuerdo migratorio de 1994 entre Washington y La Habana, había estado violando el espacio aéreo cubano durante más de un año, arrojando ocasionalmente panfletos contra el gobierno en La Habana. El gobierno estadounidense hizo lo que pudo para prevenir posteriores incursiones, pero las ruedas de la burocracia en la Administración de la Aviación Federal se movieron lentamente.

En los primeros meses de 1996, los cubanos enviaron mensajes a Washington a través de varios intermediarios, advirtiendo que si EE.UU no detenía otros vuelos de los Hermanos, ellos lo harían.

Washington no lo hizo.

Pero los cubanos sí. En la tarde del 24 de febrero de 1996, aviones caza cubanos derribaron dos avionetas pequeñas no armadas de Hermanos al Rescate, ocasionando la muerte de los cuatro hombres que iban a bordo.

Cuba reclama que las avionetas estaban dentro de su territorio. El gobierno estadounidense reclama – y la Organización de la Aviación Civil Internacional coincidió- que estaban en espacio aéreo internacional cuando fueron atacadas.

¿Pero sabía Hernández realmente con anterioridad que el gobierno de Cuba planeaba derribar las avionetas? ¿Estaba él implicado en la planificación?

Mi respuesta es que no. Durante mi investigación para el libro sobre los Cinco Cubanos, revisé las más de 20 000 páginas de la transcripción del juicio y revisé miles de comunicaciones decodificadas entre La Habana y sus agentes. No encontré evidencia de que Hernández tuviera conocimiento o influencia en los eventos de ese día.

Por el contrario, la evidencia ofrece la imagen de una burocracia de la inteligencia cubana obsesionada con la compartimentación y control de la información. Hernández, un oficial de inteligencia ilegal de nivel de campo, no tenía necesidad de conocer lo que planeaban las fuerzas cubanas. Los mensajes e instrucciones desde La Habana eran ambiguos, la evidencia no era contundente, particularmente para un cargo de conspiración para cometer asesinato.

En un mensaje, por ejemplo, los jefes de Hernández se refieren a un plan para “perfeccionar la confrontación” con Hermanos al Rescate, lo cual los fiscales insistieron que significaba derribar las avionetas.

Pero como la jueza Phyllis A. Kravitch señaló – en  su desacuerdo con una decisión de la Corte de Apelaciones de EE.UU por 11no Circuito sobre el cargo de asesinato contra Hernández- “Existen muchas vías en las que un país podría confrontar aviación extranjera. Aterrizajes forzados, disparos de advertencia y viajes con escolta fuera del espacio aéreo territorial de un país están entre ellos – como también están los derribos”. La jueza dijo que los fiscales “no presentaron evidencia” que vinculara a Hernández con el derribo. “No puedo decir que un jurado razonable – dada toda la evidencia- podría concluir más allá de la duda razonable, de que Hernández accediera a un derribo,” escribió Kravitch.

Un “jurado razonable.” Ahí está el problema.

A fines de los `90, los jurados de Miami se habían vuelto tan notorios en casos que involucraban a exiliados cubanos que los fiscales federales en un caso diferente se opusieron a una moción de la defensa para un cambio de sede de Puerto Rico a Miami para algunos exiliados cubanos acusados participar en un complot para asesinar a Castro.

Miami “es una sede muy difícil para asegurar una condena para los llamados luchadores por la libertad”, explicó el abogado Kendall Coffey al diario The Miami Herald en ese momento. “Tuve algunas condenas, pero algunas absoluciones que desafiaban toda lógica”.

Los militantes anticubanos, de hecho, eran considerados héroes. En 2008, más de 500 agitadores del exilio en Miami se reunieron en honor a la contribución de Posada a la causa – como se conoce en la comunidad el esfuerzo por sacar a Castro del gobierno – en la cena de gala.

¿Sus contribuciones? Además de los ataques a hoteles de La Habana (“Duermo como un bebé”, dijo al diario The New York Times, comentando sobre el turista que murió), Posada es el presunto autor intelectual del bombardeo del vuelo 455 de Cubana. Cuba y Venezuela han pedido su extradición. Estados Unidos se ha negado a la misma.

En el 2000, Posada fue arrestado en Panamá en conexión con un complot para asesinar a Castro; fue condenado y estuvo cuatro años en la cárcel antes de recibir un perdón aún controversial. Ese perdón fue revocado en 2008.

Lo más cerca que el gobierno de EE.UU ha estado de procesar a Posada fue en 2009, cuando la administración de Obama lo acusó – no por su papel en las bombas puestas en La Habana sino por mentir en un formulario de inmigración. Fue absuelto.

Hoy, Posada, de 85 años, camina por las calles de Miami, una contradicción viviente de la guerra norteamericana contra el terrorismo. ¿Cómo ajustar su libertad con la declaración del presidente George W. Bush tras el 11 de Septiembre de que “cualquier nación que continúe albergando o apoyando el terrorismo será considerada como un gobierno hostil por los EE.UU?” ¿Cómo ajustar la libertad de Posada con el sostenido encarcelamiento de los Cinco Cubanos, cuyo principal objetivo era prevenir ataques terroristas?

Es una contradicción que los norteamericanos deberían considerar.

* Stephen Kimber imparte clases de Periodismo en la Universidad de King’s College en Halifax, Canadá, y es el autor del libro Lo que hay del otro lado del Mar- La Verdadera Historia de los Cinco Cubanos.

Traducción: Danay Portal Vigoa/ Cubadebate

Reunión Cuba-EE.UU. sobre labores de búsqueda y salvamento

Los días 19 y 20 de septiembre, se realizó en La Habana una reunión técnica de expertos en operaciones de búsqueda y salvamento de Cuba y Estados Unidos.

Las delegaciones respectivas estuvieron encabezadas por el ingeniero Oscar del Toro Quesada, presidente de la Comisión Coordinadora de Búsqueda y Salvamento de Cuba, que dirige el Ministerio del Transporte, y por el señor Richard A. Button, jefe de la División de Coordinación de Búsqueda y Salvamento del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos.

Participaron además, representantes del Ministerio del Transporte, del Ministerio de las Fuerzas Armadas, del Ministerio del Interior y del Ministerio de Relaciones Exteriores, por Cuba, y representantes del Servicio de Guardacostas, del Departamento de Transporte y del Departamento de Estado, por Estados Unidos.

En la reunión se ratificó la importancia de fortalecer la coordinación de las operaciones de búsqueda y salvamento aeronáutico y marítimo, con el objetivo de salvar la vida de las personas que se encuentran en peligro, garantizar la eficiencia y efectividad de las operaciones llevadas a cabo por las entidades responsabilizadas con esta actividad en ambos países y honrar las obligaciones internacionales derivadas del Convenio Internacional sobre Búsqueda y Salvamento Aeronáuticos y Marítimos y el Convenio Internacional de Aviación Civil.

Como resultado del encuentro técnico se acordó, de forma preliminar, un Procedimiento Operacional para la Búsqueda y Salvamento Aeronáutico y Marítimo entre Cuba y Estados Unidos, el cual será sometido a la aprobación final de los dos gobiernos.

Las conversaciones se desarrollaron en un clima de respeto y cooperación.

La Habana, 20 de septiembre del 2013.

50 verdades sobre la Revolución Cubana

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Salim Lamrani (Opera Mundi)

Símbolo de los anhelos de independencia de América Latina y del Tercer Mundo, la Revolución Cubana marcó la historia del siglo XX.

1. El triunfo de la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959 es el acontecimiento más relevante de la Historia deAmérica Latina del siglo XX.

2. Las raíces de la Revolución Cubana se remontan al siglo XIX y a las guerras de independencia.

3. Durante la primera guerra de independencia, de 1868 a 1878, el ejército español derrotó a los insurrectos cubanos sumidos en profundas divisiones internas. Estados Unidos brindó su apoyo a España vendiéndole las armas más modernas y se opuso a los independentistas persiguiendo a los exilados cubanos que intentaban aportar su contribución a la lucha armada. El 29 de octubre de 1872, el secretario de Estado Hamilton Fish hizo partícipe a Sickles, entonces embajador estadounidense en Madrid, de sus “deseos de éxito para España en la supresión de la rebelión”. Washington, opuesto a la independencia de Cuba, deseaba tomar posesión de la isla.

4. Cuba es efectivamente una de las más antiguas inquietudes de la política exterior de Estados Unidos. En 1805, Thomas Jefferson señaló la importancia de la isla, subrayando que su “posesión [era] necesaria para asegurar la defensa de Luisiana y de la Florida pues [era] la llave del Golfo de México. Para Estados Unidos, la conquista sería fácil”. En 1823, John Quincy Adams, entonces Secretario de Estado y futuro presidente de Estados Unidos, aludió al tema de la anexión de Cuba y elaboró la teoría de la “fruta madura”: “Cuba, separada por la fuerza de su propia conexión desnaturalizada con España, e incapaz de sobrevivir por ella misma, tendrá necesariamente que gravitar alrededor de la Unión norteamericana, y únicamente alrededor de ella”. Así, durante el siglo XIX, Estados Unidos intentó seis veces comprar Cuba a España.

5. Durante la segunda guerra de independencia, entre 1895 y 1898, los revolucionarios cubanos, unidos alrededor de su líder José Martí, tuvieron que hacer frente otra vez a la hostilidad de Estados Unidos que brindó su concurso a España vendiéndole armas y arrestando a los exilados cubanos que intentaban apoyar a los independentistas.

6. José Martí, en una carta profética a su amigo Gonzalo de Quesada escrita el 14 de diciembre de 1889, advirtió de la posibilidad de una intervención estadounidense: “Sobre nuestra tierra, Gonzalo, hay otro plan más tenebroso […]: el inicuo de forzar a la Isla, de precipitarla, a la guerra, para tener pretexto de intervenir en ella, y con el crédito de mediador y de garantizador, quedarse con ella”.

7. En 1898, a pesar de su superioridad material, España se encontraba al borde del abismo, vencida en el campo de batalla por los independentistas cubanos. En una carta al presidente estadounidense William McKinley, de fecha 9 de marzo de 1898, el embajador Woodford, ubicado en Madrid, señaló que “la derrota” de España era “segura”. “[Los españoles] saben que Cuba está perdida”. Según él, “si Estados Unidos desea Cuba, debe conseguirla mediante la conquista”.

8. En abril de 1898, tras la explosión misteriosa del buque de guerra estadounidense The Maine en la bahía de La Habana, el Presidente McKinley solicitó autorización del Congreso para intervenir militarmente en Cuba e impedir que la isla consiguiera su independencia.

9. Varios congresistas denunciaron una guerra de conquista. John W. Daniel, senador demócrata de Virginia, acusó al Gobierno de intervenir para evitar una derrota de los españoles: “Cuando llegó la hora más favorable para un éxito revolucionario y la más desventajosa para España, […] se exige al Congreso de Estados Unidos entregar el ejército de Estados Unidos al Presidente para ir a imponer un armisticio por la fuerza a las dos partes, mientras que una de ellas ya depuso las armas”.

10. En tres meses, Estados Unidos tomó el control del país. En diciembre de 1898, Estados Unidos y España firmaron un tratado de paz en París sin la presencia de los cubanos, destrozando así su sueño de independencia.

11. De 1898 a 1902, Estados Unidos ocupó Cuba y obligó a la Asamblea Constituyente a que integrara la enmienda Platt en la nueva Constitución, so pena de prorrogar la ocupación militar.

12. La enmienda Platt prohibía que Cuba firmara cualquier acuerdo con un tercer país o que contratara una deuda con otra nación. También daba derecho a Estados Unidos a intervenir en cualquier momento en los asuntos internos de Cuba y obligaba a la isla a arrendar indefinidamente a Washington la base naval de Guantánamo.

13. En una carta de 1901, el general Wood, entonces gobernador militar de Cuba, felicitó al Presidente McKinley: “Desde luego hay poca o ninguna independencia para Cuba bajo la enmienda Platt y la única cosa importante ahora es buscar la anexión”.

14. De 1902 a 1958, Cuba tenía el estatus de república neocolonial, política y económicamente dependiente, a pesar de la abrogación de la enmienda Platt en 1934, entonces obsoleta.

15. Estados Unidos intervino militarmente en Cuba en 1906, 1912, 1917 y 1933 tras la caída del dictador Gerardo Machado, cada vez que un movimiento revolucionario amenazaba el estatus quo.

16. La Revolución de 1933, liderada por Antonio Guiteras, fue frustrada por la traición de un sargento llamado Fulgencio Batista, que se convirtió general y colaboró con la embajada de Estados Unidos para mantener el orden establecido. Dirigió el país entre bambalinas hasta su elección como presidente en 1940.

17. Tras las presidencias de Ramón Grau San Martín (1944-1948) y Carlos Prío Socarrás (1948-1952), gangrenadas por la violencia y la corrupción, Fulgencio Batista puso fin al orden constitucional el 10 de marzo de 1952 orquestando un golpe de Estado militar.

18. El 26 de julio de 1953, un joven abogado llamado Fidel Castro, miembro del Partido Ortodoxo fundado por Eduardo Chibás, se puso al frente de una expedición de 131 hombres y atacó el cuartel Moncada en la ciudad de Santiago, segunda fortaleza militar del país, así como el cuartel Carlos Manuel de Céspedes en la ciudad de Bayamo. El objetivo era tomar el control de la ciudad –cuna histórica de todas las revoluciones– y lanzar un llamado a la rebelión en todo el país para derrocar al dictador Batista.

19. La operación fue un fracaso y numerosos combatientes –55 en total– fueron asesinados tras ser brutalmente torturados por el ejército. En efecto, sólo seis de ellos murieron en combate. Algunos lograron escapar gracias al apoyo de la población.

20. Fidel Castro, capturado unos días después, le debió la vida al sargento Pedro Sarría, quien se negó a seguir las órdenes de sus superiores y ejecutar al líder de Moncada. “¡No disparen! ¡No disparen! ¡Las ideas no se matan!”, exclamó frente a sus soldados.

21. Durante su histórico alegato titulado “La Historia me absolverá”, Fidel Castro, quien se encargó de su propia defensa, denunció los crímenes de Batista y la miseria en la cual se encontraba el pueblo cubano y presentó su programa para una Cuba libre.

22. Condenado a 15 años de prisión, Fidel Castro fue liberado en 1955 después de la amnistía que le concedió el régimen de Batista y se exiló en México donde organizó la expedición del Granma, con un médico argentino llamado Ernesto Guevara.

23. El 2 de diciembre de 1956, Fidel Castro desembarcó en la provincia oriental de Cuba a la cabeza de 81 revolucionarios con el objetivo de desatar una guerra de guerrillas en las montañas de la Sierra Maestra.

24. Contrariamente a una idea preconcebida, Estados Unidos jamás brindó su apoyo al Movimiento 26 de Julio, organización político-militar dirigida por Fidel Castro, durante toda la guerra insurreccional del 2 de diciembre de 1956 al 1 de enero de 1959.

25. Al revés, Washington persiguió con saña a todos los simpatizantes del Movimiento 26 de Julio exilados en Estados Unidos, quienes intentaban suministrar armas a los rebeldes.

26. Al mismo tiempo, el Presidente Dwight D. Eisenhower siguió suministrando armas al ejército de Batista, incluso después de la instauración de un embargo de fachada en marzo de 1958.

27. El 23 de diciembre de 1958, a una semana del triunfo de la Revolución, mientras el ejército de Fulgencio Batista se encontraba en plena desbandada a pesar su superioridad en armas y hombres, tuvo lugar la 392 reunión del Consejo de Seguridad Nacional, con la presencia del Presidente Eisenhower. Allen Dulles, entonces director de la CIA, expresó claramente la posición de Estados Unidos: “Tenemos que impedir la victoria de Castro”.

28. Como en 1898, el Presidente Eisenhower estaba a favor de una intervención armada para impedir el triunfo de Fidel Castro. Preguntó si el Departamento de Defensa había pensado en “una acción militar que podría ser necesaria en Cuba”. Sus asesores lograron disuadirlo de ello.

29. Así, la hostilidad de Estados Unidos hacia la Revolución Cubana no tiene nada que ver con el contexto de la Guerra Fría. Empezó antes de la llegada al poder de Fidel Castro, antes de la alianza con Moscú en mayo de 1960, y siguió después de la desaparición del bloque soviético en 1991.

30. El 1 de enero de 1959, cinco años, cinco meses y cinco días después del asalto al cuartel Moncada del 26 de julio de 1953, triunfó la Revolución Cubana.

31. En enero de 1959, Estados Unidos acogió con los brazos abiertos a los partidarios del antiguo régimen, incluso a los criminales de guerra, quienes habían robado 424 millones de dólares al Tesoro cubano.

32. Desde el inicio, la Revolución Cubana tuvo que edificar su proyecto de sociedad en un contexto de estado de sitio permanente, frente a la creciente hostilidad de Estados Unidos. Desde 1959, Cuba nunca ha disfrutado de un clima de paz para construir su futuro. En abril de 1961, Cuba tuvo que enfrentar la invasión armada de Bahía de Cochinos que organizó la CIA, y en octubre de 1962 la isla fue amenazada de desintegración nuclear durante lacrisis de los misiles.

33. Desde 1959, Estados Unidos, decidido a derrocar a Fidel Castro, ha llevado una campaña de terrorismo contra Cuba con más de 6.000 atentados, que costaron la vida a 3.478 civiles e incapacitaron de por vida a 2.099 personas. Los daños materiales se evalúan en varios miles de millones de dólares y Cuba ha tenido que gastar sumas astronómicas para su seguridad nacional, lo que limitó el desarrollo de los programas sociales. El propio líder de la Revolución fue víctima de 637 tentativas de asesinato.

34. Desde 1960, Washington impone sanciones económicas sumamente severas, ilegales según el Derecho Internacional, que afectan a las categorías más vulnerables de la población, o sea las mujeres, los niños y los ancianos. Este estado de sitio, condenado por la inmensa mayoría de la comunidad internacional (188 países de 192), que constituye el principal obstáculo al desarrollo de la isla, ha costado más de un billón de dólares a Cuba.

35. A pesar de todos estos obstáculos, la Revolución Cubana es un innegable éxito social. Al dar la prioridad a los más desheredados con la reforma agraria y la reforma urbana, al erradicar el analfabetismo, al desarrollar la educación, la salud, la cultura y el deporte, Cuba ha creado la sociedad más igualitaria del continente latinoamericano y del Tercer Mundo.

36. Según la UNESCO, Cuba dispone de la tasa de analfabetismo más baja y de la tasa de escolarización más alta de América Latina. El organismo de las Naciones Unidas señala que “la educación ha sido la prioridad en Cuba desde hace [más de] 40 años. Es una verdadera sociedad de educación”. Su informe sobre la educación en 13 países de América Latina clasifica a Cuba como primera en todas las asignaturas. Según la UNESCO, Cuba es la nación del mundo que consagra la parte más elevada del presupuesto a la educación, con cerca del 13% del PIB.

37. Cuba tiene una tasa de mortalidad infantil de 4,6 por mil, o sea la más baja del continente americano, más baja que la de Canadá o Estados Unidos.

38. Cuba es la nación que dispone del mayor número de médicos per cápita del mundo, con 85.000 profesionales para 11,1 millones de habitantes. Según el New England Journal of Medecine, la revista médica más prestigiosa del planeta, “el sistema de salud [de Cuba] ha resuelto problemas que el nuestro [el de Estados Unidos] todavía no ha logrado resolver”. La revista subraya que “Cuba dispone ahora del doble de médicos por habitante que Estados Unidos”.

39. Según la UNICEF, “Cuba es un ejemplo en la protección de la infancia” y un “paraíso de la infancia en América Latina”, y enfatiza que Cuba es el único país de América Latina y del Tercer Mundo que ha erradicado la desnutrición infantil.

40. Según el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD), Cuba es el único país de América Latina y del Tercer Mundo que se encuentra entre las diez naciones del mundo con el mejor Índice de Desarrollo Humano sobre los tres criterios “esperanza de vida, educación y nivel de vida” durante la última década.

41. La Revolución Cubana ha hecho de la solidaridad internacionalista un pilar esencial de su política exterior. Cuba acoge a decenas de miles de estudiantes procedentes de los países pobres, les ofrece formación universitaria gratuita de alto nivel y se encarga de todos los gastos. La Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana es una de las más famosas del continente americano y ha formado a varios miles de profesionales de la salud procedentes de más de 123 países.

42. Desde 1963 y la primera misión internacionalista en Argelia, cerca de 132.000 médicos cubanos y otro personal sanitario trabajaron voluntariamente en 102 países. Actualmente, 38.868 colaboradores médicos, entre ellos 15.407 médicos, ofrecen sus servicios en 66 naciones del Tercer Mundo.

43. Gracias a la Operación Milagro que lanzó Cuba en 2004, que consiste en operar gratuitamente a poblaciones pobres víctimas de enfermedades oculares, cerca de 2,5 millones de personas de 28 países recobraron la vista.

44. El programa de alfabetización cubano “Yo, sí puedo”, lanzado en 2003, permitió que 7 millones de personas de los cinco continentes aprendieran a leer, escribir y sumar.

45. Según el World Wild Fund for Nature (WWF), la organización más importante de defensa de la naturaleza, Cuba es el único país del mundo que ha alcanzado un desarrollo sostenible.

46. Cuba desempeñó un papel clave en la lucha contra el apartheid, con la participación de 300.000 soldados en Angola entre 1975 y 1988 para hacer frente a la agresión del ejército supremacista surafricano. El elemento decisivo que puso fin al apartheid fue la estrepitosa derrota militar que las tropas cubanas infligieron al ejército surafricano en Cuito Cuanavale, en el sureste de Angola, en enero de 1988. En un discurso, Nelson Mandela rindió homenaje a Cuba: “¡Sin la derrota infligida en Cuito Cuanavale nuestras organizaciones no habrían sido legalizadas! ¡La derrota del ejército racista en Cuito Cuanavale hizo posible que hoy yo pueda estar aquí con ustedes! ¡Cuito Cuanavale marca un hito en la historia de la lucha por la liberación del África austral!”

47. Contrariamente a una idea preconcebida, la Revolución Cubana ha tenido cuatro presidentes distintos: Manuel Urrutia de enero de 1959 a julio de 1959 y Oswaldo Dorticós de julio de 1959 a enero de 1976 bajo el antiguo régimen de la Constitución de 1940, y Fidel Castro de febrero de 1976 a julio de 2006 y Raúl Castro desde 2006 tras la adopción de la Constitución de 1976.

48. Los medios informativos occidentales, propiedad de conglomerados económicos y financieros, vilipendian a la Revolución Cubana por una razón muy precisa que no tiene nada que ver con la democracia y los derechos humanos: el proceso de transformación social iniciado en 1959 sacudió el orden y las estructuras establecidos, puso en tela de juicio el poder de los dominantes y propone una alternativa social donde los recursos se destinan a la mayoría y no a una minoría.

49. La principal conquista de la Revolución es haber hecho de Cuba una nación soberana e independiente.

50. La Revolución Cubana, edificada por varias generaciones de cubanos, posee todas las virtudes y defectos de la condición humana y nunca ha tenido la pretensión de erigirse en modelo. Sigue siendo, a pesar de sus dificultades, un símbolo de dignidad y de resistencia en el mundo.

*Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad de La Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula “Cuba. Les médias face au défi de l’impartialité”, Paris, Editions Estrella, 2013, con un prólogo de Eduardo Galeano. (http://www.amazon.fr/Cuba-m%C3%A9dias-face-d%C3%A9fi-limpartialit%C3%A9/dp/2953128433/ref=sr_1_1?s=books&ie=UTF8&qid=1376731937&sr=1-1)
Contacto: lamranisalim@yahoo.fr; Salim.Lamrani@univ-reunion.fr
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Raúl Castro y José Mujica sostienen conversaciones oficiales en Cuba

El presidente uruguayo, José Mujica (I), junto a su homólogo cubano, Raúl Castro, este miércoles en La Habana (AFP/Pool, Ernesto Mastrascusa)

El presidente uruguayo, José Mujica (I), junto a su homólogo cubano, Raúl Castro, este miércoles en La Habana (AFP/Pool, Ernesto Mastrascusa)

por Yurién Portelles

(PL) El presidente de Cuba, Raúl Castro, y el de Uruguay, José Mujica, sostuvieron hoy conversaciones oficiales en el Palacio de la Revolución, en esta capital.

Presidente uruguayo rinde homenaje a José Martí

Durante el fraternal encuentro, los mandatarios destacaron el buen estado de las relaciones bilaterales en los ámbitos político, diplomático, comercial y de cooperación.

Un reporte televisivo precisó que ambos jefes de Estados abordaron, además, otros temas relativos a la realidad regional e internacional.

En estos diálogos, según la fuente, participaron la senadora Lucía Topolansky, esposa de Mujica y exguerrillera Túpac Amaru, y el canciller uruguayo, Luis Almagro.

Estaban presentes también el primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y el titular cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez.

Tras su llegada a La Habana, el dignatario uruguayo rindió tributo al Héroe Nacional José Martí.

Como parte de su primera visita oficial a la isla, el presidente de Uruguay sostendrá una entrevista con Carlos Miguel Gutiérrez, presidente de la empresa de BioCubaFarma, de la industria biotecnológica y farmacéutica del país.

El distinguido visitante asistirá a la conmemoración en Santiago de Cuba por el aniversario 60 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el próximo día 26, Día de la Rebeldía Nacional.

Vídeo: Cónsul cubano en USA conversa con emigrados en Miami

El Cónsul no 1 de Cuba en USA explica a emigrados de Miami como la nueva reforma migratoria cubana que entró en vigor el 14 de enero de 2013 responde a una aspiración nacional de los cubanos que desean edificar una sociedad más abierta, a tono con todos los cambios que se vienen operando en la isla y que este proceso de profundos cambios económicos iniciados en 2012, fortalece el socialismo en Cuba y también da la posibilidad a los cubanos de ser dueños de sus propios negocios porque muchos cubanos desean emigrar temporalmente al exterior, reunir los fondos necesarios y regresar a Cuba para establecer un pequeño negocio. Desde 2010, cada año, cerca de 1.000 cubanos instalados fuera del país eligen regresar a la isla y establecerse en ella de modo definitivo. La nueva política migratoria pone fin a los obstáculos burocráticos inútiles y permite normalizar poco a poco las relaciones entre la nación cubana y su emigración-

 

Cuba: Remarcan importancia de cultura económica popular

Por Fidel Rendón y Ernesto Vera

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La Habana, 6 jul (AIN) Miguel Díaz-Canel, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, reiteró este sábado la importancia de preparar a la población para mayor compresión de las medidas que implementa el país.

Díaz-Canel propuso a los diputados al Parlamento, reunidos en el Palacio de Convenciones de La Habana, sumar a esa tarea a profesionales de las ciencias económicas, incluidos técnicos de nivel medio, y que en su diseño participen los ministerios de Educación, de Educación Superior y de Finanzas y Precios.

Su intervención en el Primer Período Ordinario de Sesiones de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional, ocurrió en el debate de un informe del Ministerio de Finanzas y Precios sobre la liquidación del presupuesto del Estado en 2012 y su dictamen por la Comisión de Asuntos Económicos.

Asimismo, llamó a trabajar por que sea continuo y sistemático el proceso de incentivar en la población una cultura económica, en aras de la sostenibilidad del programa, con una estrategia de capacitación.

El diputado Miguel Limia David opinó que los gastos presupuestarios en el sector de la ciencia y la tecnología no se corresponden con sus misiones en la estructura económica del país, en el encadenamiento de los ciclos productivos y en el valor agregado de los productos y servicios.

Por una medición más exacta de cuánto se gasta, quién lo hace y dónde se pone ese dinero, se pronunció el parlamentario e investigador científico Agustín Lage.

Elba Rosa Pérez, ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, aclaró que el trabajo está orientado a definir con más claridad cómo se emplean los gastos, a partir del dinero que se les entrega a los organismos.

Rodolfo Alarcón, ministro de Educación Superior, comentó que las universidades de la Isla aportaron 26 millones de pesos al presupuesto, cifra con la que hay insatisfacción, en la aspiración de ser cada vez menos carga para el Estado.

Regla Martínez, del municipio de Guantánamo, consideró que debe adquirirse conciencia y disciplina en el pago de los impuestos.

Hay competencia desleal entre cuentapropistas que cumplen sus obligaciones y otros que no lo hacen, en lo cual la Oficina Nacional de Administración Tributaria debe continuar con su labor fiscal, además de completar sus plantillas, consideró.

José Luis Toledo, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, planteó que no solo debe realizarse la divulgación sobre el pago tributario cuando se acerca el periodo de su vencimiento, sino hacerse de manera sistemática, con insistencia en la responsabilidad individual.